Apps para escribir en el iPad

Por supuesto, aplicaciones para escribir hay miles, pero a nosotros lo que nos interesa son aplicaciones para escribir novelas, así que eso reduce bastante el número. No nos valen un simple bloc de notas al estilo de la aplicación Notas que ya viene con el iPad. Queremos más. Sobre todo a mí lo que más me interesa es:

• Que permita configurar la página y que se vea la página al escribir. ¿Por qué? Hay muchos escritores que no necesitan esto, que simplemente se guían de un contador de palabras para saber cuánto llevan escrito. A mí lo que realmente me ayuda a saber cuánto trabajo llevo hecho es visualizar el número de páginas que llevo escritas.
• Que importe de formatos habituales, formatos que admitan estilos de párrafo como son RTF, DOC, u ODT.
• Que pueda sacar el documento a Internet, preferiblemente a Dropbox.

Otras cosas que serían un plus son:

• Que trajera un diccionario de términos, de sinónimos y de antónimos integrado.
• Correción ortográfica integrada.
• Que permitiera definir una lista de personajes con sus descripciones, datos, etc.
• Que permitiera lo mismo con una lista de localizaciones e incluso mantener una colección de imágenes en forma de mapas con los que guiarse.
• Hay escritores a los que les encanta disponer de un sistema de tarjetas en las que ir colocando el guión de la historia, para permitir luego recolocar todo el texto sin más que desplazar las tarjetas de acá para allá. Nunca he visto tanta necesidad en esto. Cuando uno escribe y se enfrasca en una novela la tiene prácticamente toda ella en la cabeza, bullendo como una olla a presión. Así que resulta muy sencillo imaginar qué partes gozarían de una mejor lectura si se movieran de un lado a otro. Las tarjetas ayudarían, sí, pero no es algo esencial. Un procesador de texto siempre permite hacer «cortar y pegar» con suma facilidad.
• Por supuesto si luego el resultado se puede exportar a PDF o mejor incluso a ePub, pues otro tanto, porque esos son los formatos habituales que soportan los dispositivos y las aplicaciones de lectura. Y si vamos a enviar a un editor nuestra novela seguro que nos lo agradecerá.

Una lista inicial de aplicaciones que me he hecho es la siguiente, con precios redondeados:

• Pages, de Apple (8€)
• Notebooks for iPad (7€)
• DocumentsToGo (14€)
• Quickoffice Pro HD(16€)
• Doc² HD (5€)
• Storyst (8€)
• Manuscript (5.5€)
• Celtx script (4€)
• PlainText (gratis)
• WriteRoom (4€)
• Nebulous Notes (4€)
• Daedalous Touch (4€)
• Writings (4€)

En futuras entrada iré poco a poco desgranando los pros y contras más destacados de cada producto.

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De acuerdo, compremos un iPad

Desde luego, la experiencia de adquirir el iPad ha sido, desde el primer momento, muy gratificante. Lo primero, la compra por Internet en la tienda de Apple. Sencilla y rápida. En breves minutos ya tenía el aviso de que había realizado el pedido. La verdad es que esto ya va siendo habitual de muchas tiendas online, no es nada exclusivo de Apple, pero ya iba siendo un buen aviso.

El aparato llega puntual y sin problemas al domicilio. Abrirlo, sacarlo de la caja, y empezar a usarlo como si llevara toda la vida haciéndolo son escasos diez minutos. Desde luego ya había visto vídeos de gente usando el invento. Pero aún así, la sencillez de uso, el único camino que hay para hacer cada cosa, y la rapidez con la que todo se mueve por la pantalla, implican una facilidad de manejo que nunca había tenido con otro dispositivo.

Desde luego, estamos ante lo que está llamado a ser el invento del futuro, el tipo de aparato informático que viene para reemplazar al ordenador clásico, ya sea portátil o no. Pero, ¿de verdad lo conseguirá, logrará desbancar este cacharro algún día a los tradicionales ordenadores? Veámoslo.

La sensación visual en el iPad 3 es indescriptible. La nitidez de las imágenes y de los iconos es sublime. No se aprecia nunca, en nada hacia lo que se mire, un borde, una escalera, una indefinición. Las letras son limpias y cristalinas como si las estuviera imprimiendo en la pantalla una impresora láser. La lectura es por tanto rápida y diáfana. Lo comentaré en otra entrada pero casi nos podemos olvidar del típico gesto con los dedos para hacer zoom en un fichero PDF. Hay tal burrada de píxeles en la pantalla que el PDF típico con formato de página DINA4 se visualiza claro y nítido en todas sus letras. Aparecen pequeñas, qué duda cabe, pero aún así resultan perfectamente legibles a esa menor distancia a la que se suele colocar la pantalla del iPad respecto de un monitor de un PC.

Entonces me asalta una duda. Una duda que ya llevaba semanas barruntando antes de decidirme a comprar el aparato. ¿Podría este chisme convertirse en el sustituto de mi PC? Desde luego, no estoy hablando de hacer todas y cada una de las cosas en el iPad. Hoy por hoy es un imposible, más motivado por la situación del software que por otra cosa, pero al menos poder hacer el 80% de las típicas operaciones que suelo hacer con el PC: navegar por Internet, leer el correo, escribir novelas, leer libros y documentos, escuchar música, editar blogs, etc.

La respuesta ya puedo adelantarla, aunque la iré desgranando en detalle a lo largo del blog. SI, SI, y SI. Desde luego que el iPad es capaz de hacer todas y cada una de esas tareas, e incluso de un modo más ágil y amigable que un PC, pero es que además, el iPad 3 es realmente un auténtico monstruo de hardware. La pregunta real es qué no es capaz de hacer este hardware. Todo lo que no se puede hacer con él, como iremos viendo, no se debe a limitaciones del hardware, sino a limitaciones que introduce Apple o bien a la carencia de auténtico software profesional y de apoyo de las empresas de software.

Soy escritor novel, y una de mis ocupaciones más frecuentes en el ordenador es investigar para mis novelas y escribir. La pregunta que me hice antes me la formulé también de este modo: ¿podría llegar a escribir la nueva novela en la que me encuentro ahora mismo inmerso utilizando únicamente el iPad? Bueno, pues vamos a verlo.

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